SANDRA BULLOCK

CONTROVERTIDA BULLOCK

Que alguien reciba en un mismo año el premio Golden Raspberry y posteriormente el Oscar a la mejor actriz no es inusual, lo que marca la diferencia es ir a recoger el primero, pocos lo hacen.

La dorada mora de plástico pegada encima de un carrete de celuloide -que te hace merecedor/a del reconocimiento público como peor actor/actriz del año- no goza de las mismas simpatías que el apolíneo Oscar. Es comprensible.

Presentarse a recibirlo con una carretilla de DVD´s de  All About Steve y decir:

 "Vedla, vedla con vuestros propios ojos y decid si merezco este premio. Me daréis la razón y el año que viene vendré a devolverlo", es hacer gala de un sentido del humor plausible.

Así que, coincido con sus detractores cuando la consideran una aceptable actriz de comedia intrascendente, pero no lo hago en absoluto cuando pretenden encasillarla en esos papeles, expidiéndola a ellos sistemáticamente, cada vez que interpreta un rol dramático.

Conseguir un Globo de Oro y el Oscar de la Academia por The Blind Side, siendo otra de las nominadas Meryl Streep, no le granjeó precisamente las simpatías de algunos sectores del público y de la crítica. Se habló de compra de votos y se le hizo aparecer como una recién llegada, arrebata-trofeos, al mundo del drama.

Confesaré que siento una especial simpatía por esta Miss Agente Especial y, sin duda por ello, no acabo de concebir ese empecinamiento en acotarle el terreno pasando por alto notables actuaciones en Historia de un crimen o en Crash.

Y, desde luego, no le negaré el mérito del Premio del Sindicato de Actores a la mejor actriz, en una cinta protagonizada exclusivamente por una mujer.

Recibió un Razzie y lo encajó. Después vino el Oscar. Y ya se sabe: 

"La mancha de mora con otra verde se quita". O más o menos.

Enhorabuena.