domingo, 26 de diciembre de 2010

LA SOMBRA DE UNA DUDA (1943)


LA DISCULPA


La base para que una trama se sostenga es que resulte verosímil. Y algunos piensan que la credibilidad de esta cinta resulta más que cuestionable.

Pero la decisión de delatar, de acabar con el peso que confiere la aquiescencia, resulta especialmente dura cuando entran en juego los sentimientos de una tercera persona a la que se quiere.
Es precisamente ese dilema el que da sentido y mantiene hasta el final la intriga.

Por eso la disculpo.
Porque se trata de una buena historia, magníficamente interpretada por sus dos actores principales, que destila planos antológicos.

Y lo hago aunque muchos no estén de acuerdo.






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