domingo, 12 de junio de 2011

JULIO ANGUITA

"Es lo más generoso que ningún político ha hecho por los ciudadanos desde que empezó el festival de la medida anticrisis en el Recorte Inglés."
                                                                         Revista El jueves

Me envían el siguiente correo, firmado por Raúl Andreu Tena, para que lo comparta.
Recuerdo cuando la acción política diaria desgastó a Anguita y los ideólogos de la modernidad acuñaron para él aquello de "honrado pero desfasado".
Genio y figura. El "Califa de Córdoba" consideró, hace siete años, que su pensión máxima vitalicia como exparlamentario sí podía recortarse.


Honrado, desfasado, sencillo e íntegro...
Un ejemplo que no sabe de ideologías, sólo de humanidades.
Un toque de atención para muchos.

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"Julio Anguita renunció por escrito a la paga de pensión máxima vitalicia a la que tenía derecho como ex-parlamentario, argumentando que con la pensión que le correspondía como maestro tenía bastante."

Julio Anguita o ¿por qué no todos los políticos son iguales?
Cuando José María Aznar y Felipe González nos dictan al común de los ciudadanos una lección de indecoro e insolidaridad, cuando nos enteramos que María Dolores de Cospedal gana al año 241.000 con el cobro de tres sueldos públicos y la Pajin otro tanto por el estilo, cuando sabemos que el presidente de la Diputación de Castellón no tiene mas remedio que declarar un patrimonio de 3,9 millones de euros cuando hace cinco años NO declaraba ninguno...

Nos enteramos que, de manera totalmente accidental, se ha sabido que hace siete años, Julio Anguita renunció por escrito a la paga de pensión máxima vitalicia a la que tenía derecho como ex parlamentario, argumentando que con la pensión que le correspondía como maestro tenía bastante .

Julio Anguita viene a demostrarnos que el dicho populista de todos los políticos son iguales no se verifica, al menos en su totalidad. Que hay distintas formas de ser y estar en la política, de entender los compromisos éticos y ejemplarizantes de un cargo público y que la erosión que afecta a nuestra moral pública tiene un freno.

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