sábado, 25 de junio de 2011

LA EJECUCIÓN DE LADY JANE GREY (1833)

La ejecución de lady Jane Grey pintado por Paul Delaroche

La fama de La ejecución de lady Jane Grey es un desafío a las enciclopedias y a los críticos. El cuadro es tan popular que el suelo de madera ante él se desgasta periódicamente y tiene que ser reemplazado.
Obra destinada al olvido -de un pintor sin renombre, con un estilo pasado de moda- se ha convertido en un tesoro nacional por aclamación popular.

Después de pasar por diversos propietarios, en 1902 fue donado a la National Gallery, allí fue desterrado a unos sótanos y se colocó en una lista de obras dañadas que no merecían restauración por carecer de importancia artística.

En 1975 se exibía como "curiosidad". El ensayo que acompañaba a la pieza ponía a caer de un burro al artista: "Un charlatán que merece su actual oscuridad. La única cuestión que puede interesarnos es dilucidar por qué fue tan famoso en su día".

El magnetismo de este cuadro de 2,51 x 3,02 m se ha demostrado inmortal. Tal vez sea por el efecto de "la víctima como espectáculo". O tal vez por los mil y un detalles casi subliminales que Delaroche inserta en el lienzo para mayor shock: por ejemplo, no vemos la mirada de ningún personaje. O porque Jane Grey es, entre los británicos, un personaje popularísimo.
"La reina de los nueve días" fue la monarca que menos tiempo ha pasado en el trono de Inglaterra**.


Delaroche se jactaba de documentarse sobre sus sujetos, incluso había visitado la Torre de Londres. Seguro que sabía que Jane fue decapitada en el exterior. Colocarla entre paredes, sin embargo, le daba un idóneo aire opresivo.
La dama resalta con sus níveas vestiduras, aunque es poco probable que vistiera de blanco, al estar casada. Su pelo está suelto, cosa rara en las decapitaciones, pues la cosa se podía poner muy fea al caer el hacha. La documentación sobre la ejecución está llena de falsificaciones y alteraciones a posteriori: unos apuntan que sí llevaba los ojos vendados, otros que no. Delaroche, para mayor efectismo, recurrió a la primera opción.

Definitivamente, no dejaba que la historia se interpusiera en sus propósitos.
Lugar de la ejecución, en la actualidad. Al fondo, la capilla donde Lady Jane Grey fue enterrada
Lugar de la ejecución, en la actualidad


** Eduardo VI, hijo de Enrique VIII, nombró a Jane su heredera en detrimento de sus hermanastras María (fruto de Catalina de Aragón) e Isabel (de Ana Bolena). Jane, devota protestante, pertenecía a una rama secundaria de los Tudor. Se vio aupada al trono con 16 años y su reinado duró un suspiro, víctima de la facción católica de María. En los siglos venideros, Jane Grey engrosó el panteón de los mártires protestantes.
Y así, como una mártir, la pintó Paul Delaroche

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