Pero no me refiero a ese "¿qué me pongo?" de la antropología social, sino a unas pautas ridículas que se han convertido en norma generalizada: los dress code "obligatorios" para acudir a cualquier tipo de reunión, tertulia o festival.
No me refiero a comuniones, bodas y otras serias fiestas de disfraces, sino a actos menos "trascendentes" como la inauguración de la feria de la tortuga doméstica o la presentación de la palmera reina bonsai.
He aquí una recopilación de los dress code recomendados para asistir a actos dispares que reflejan lo ridículos, intrascendentes y sensacionalistas que nos hemos vuelto:
- "Sofisticado con un toque de distinción", reza en la invitación a una presentación de licores (pásate de copas y ya verás dónde va la distinción...).
- "Remix y yourself y elige de qué color eres", te piden en otra (el redactor ya estaba borracho al escribirla).
- "Sport elegante" (a saber que entiende por elegante quien lo solicita).
- Cosa culinaria: "Sorpréndenos con algo diferente" (fácil: échate unas sabrosas chuletas encima a lo Lady Gaga y causas sensación).
- Acto musical: "Riguroso traje oscuro", (no sé, sin más especificación, igual sirve ponerse una sotana).
Hay que ir preparándose para los dress code, que llega el verano y con él sus fiestas blancas, amarillas y negras.
- "Sport elegante" (a saber que entiende por elegante quien lo solicita).
- Cosa culinaria: "Sorpréndenos con algo diferente" (fácil: échate unas sabrosas chuletas encima a lo Lady Gaga y causas sensación).
- Acto musical: "Riguroso traje oscuro", (no sé, sin más especificación, igual sirve ponerse una sotana).
Hay que ir preparándose para los dress code, que llega el verano y con él sus fiestas blancas, amarillas y negras.
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