Tememos aquello que no conocemos.
El espantapájaros no lo sabe.
A modo de ingenuo Quijote deseará algo que le está prohibido, un pedazo de humanidad.
Desencadenará el miedo, el odio, la sinrazón, porque sólo apreciaremos su desangelado cuerpo y su grotesca cabeza de calabaza.
Lo otro, lo esencial, por siempre será invisible a nuestros ojos.
El espantapájaros no lo sabe.
A modo de ingenuo Quijote deseará algo que le está prohibido, un pedazo de humanidad.
Desencadenará el miedo, el odio, la sinrazón, porque sólo apreciaremos su desangelado cuerpo y su grotesca cabeza de calabaza.
Lo otro, lo esencial, por siempre será invisible a nuestros ojos.
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