PASSIFLORA
Un alto en el camino a casa para contemplar la belleza de una de las flores más enraizadas en la cultura popular desde que los conquistadores españoles la descubrieron en Perú.
La imaginación del pueblo ve en la extraña flor de las pasionarias varios de los atributos que caracterizan el episodio de la pasión de Cristo.
Así, se puede entrever la corona de espinas que le pusieron en la cabeza, los tres clavos con que fue fijado a la cruz, las cinco llagas que laceraron su cuerpo y las cuerdas con que lo ataron.
Singular y espléndida en su arquitectura, nació con el don de no pasar desapercibida.
viernes, 25 de abril de 2014
miércoles, 16 de abril de 2014
LA MUERTE DE UN BURÓCRATA (1966)
TRIBULACIONES POST MORTEM
Había una vez un obrero ejemplar que fue enterrado con su carnet laboral... así comienza esta muy bien construída sátira sobre la burocracia cubana de los años posteriores a la revolución.
Si alguna vez alguien dijo que "hacer buen cine" es lograr que el espectador se identifique con la historia que se nos está contando, Tomás G. Alea puede jactarse de haberlo conseguido con creces.
Su narración fílmica traspasa fronteras y, todavía hoy, es difícil encontrar a alguien que no haya sufrido personalmente la sensación de sentirse atrapado en los laberintos administrativos a partir de algún problema de lo más simple y elemental.
De oficina en oficina, de funcionario en funcionario -impresionante la caracterización psicológica de cada uno de ellos en apenas unos minutos- las tribulaciones de Juanchín irán en aumento con cada una de las absurdas situaciones que le toca vivir.
Tragedia para el protagonista y divertidísima comedia negra para el espectador, es hora de tomar venganza.
Y las venganzas también pueden ser poéticas.
Había una vez un obrero ejemplar que fue enterrado con su carnet laboral... así comienza esta muy bien construída sátira sobre la burocracia cubana de los años posteriores a la revolución.
Si alguna vez alguien dijo que "hacer buen cine" es lograr que el espectador se identifique con la historia que se nos está contando, Tomás G. Alea puede jactarse de haberlo conseguido con creces.
Su narración fílmica traspasa fronteras y, todavía hoy, es difícil encontrar a alguien que no haya sufrido personalmente la sensación de sentirse atrapado en los laberintos administrativos a partir de algún problema de lo más simple y elemental.
De oficina en oficina, de funcionario en funcionario -impresionante la caracterización psicológica de cada uno de ellos en apenas unos minutos- las tribulaciones de Juanchín irán en aumento con cada una de las absurdas situaciones que le toca vivir.
Tragedia para el protagonista y divertidísima comedia negra para el espectador, es hora de tomar venganza.
Y las venganzas también pueden ser poéticas.
jueves, 10 de abril de 2014
MARIO BANANA I (1964)
LA REINA
El rostro de Montez aparece en primer plano totalmente iluminado y mira directamente a la cámara, baja sus ojos simulando vergüenza pero no puede evitar mirar de nuevo a la cámara... entonces entra un plátano en la escena.
Así, durante unos tres minutos aproximadamente, Mario recreará con el auspicio de Warhol un acto de autoconsciente provocación porque nos mira, -no lo pillamos in fraganti- nos mira y parece decirnos: "ved lo que puedo hacer con este plátano".
Como personaje, actúa y se adapta a lo que pide la cámara que le observa.
La reina es afeminada, intensa, oral, deseosa y excéntrica.
Está hecha para mirarla.
El rostro de Montez aparece en primer plano totalmente iluminado y mira directamente a la cámara, baja sus ojos simulando vergüenza pero no puede evitar mirar de nuevo a la cámara... entonces entra un plátano en la escena.
Así, durante unos tres minutos aproximadamente, Mario recreará con el auspicio de Warhol un acto de autoconsciente provocación porque nos mira, -no lo pillamos in fraganti- nos mira y parece decirnos: "ved lo que puedo hacer con este plátano".
Como personaje, actúa y se adapta a lo que pide la cámara que le observa.
La reina es afeminada, intensa, oral, deseosa y excéntrica.
Está hecha para mirarla.
martes, 8 de abril de 2014
SANGRE Y ARENA (1917)
MARCADA VOCACIÓN
Interesante "novela cinematográfica" (por utilizar la terminología de entonces) en la que destaca la codirección de Vicente Blasco Ibáñez.
El film fue restaurado en 1998 a partir de unos metros de película en soporte de nitrato procedentes de Praga y una copia en castellano depositada en la Filmoteca de la Generalidad Valenciana.
Convencido de sus posibilidades en el cinematógrafo, el valenciano ya había probado suerte en 1914 al realizar el guión de Entre naranjos, y su marcada vocación de integrarse en el nuevo medio lo manifiesta al volver a adaptar otra de sus novelas.
Como todo lo que rodeaba esa faceta de su vida, la crítica se dividió entre blasquistas que elogiaban la película y aquellos que la criticaban por su carácter de españolada y su "endeble factura".
Aunque, eso sí, su éxito fue total tanto aquí como fuera de España porque Blasco vendía.
Mal que sepa a algunos, Blasco Ibáñez, vendía.
Interesante "novela cinematográfica" (por utilizar la terminología de entonces) en la que destaca la codirección de Vicente Blasco Ibáñez.
El film fue restaurado en 1998 a partir de unos metros de película en soporte de nitrato procedentes de Praga y una copia en castellano depositada en la Filmoteca de la Generalidad Valenciana.
Convencido de sus posibilidades en el cinematógrafo, el valenciano ya había probado suerte en 1914 al realizar el guión de Entre naranjos, y su marcada vocación de integrarse en el nuevo medio lo manifiesta al volver a adaptar otra de sus novelas.
Como todo lo que rodeaba esa faceta de su vida, la crítica se dividió entre blasquistas que elogiaban la película y aquellos que la criticaban por su carácter de españolada y su "endeble factura".
Aunque, eso sí, su éxito fue total tanto aquí como fuera de España porque Blasco vendía.
Mal que sepa a algunos, Blasco Ibáñez, vendía.
EL SEÑOR DE LA SALLE (1964)
AMBICIOSO BIOPIC ESPAÑOL
Biografía del religioso francés del siglo XVII Juan Bautista de La Salle a cargo del director Luis César Amadori que ya había cosechado en 1958 un gran éxito -entre otros- con la película ¿Dónde vas, Alfonso XII?
Ambiciosa en su concepción, resulta cuidada en sus aspectos técnicos y debió contar con un elevado presupuesto como demuestra el rodaje en exteriores, el vestuario, y la contratación de una estrella extranjera -Mel Ferrer- como protagonista.
Por lo demás, la película, acorde con los gustos de la época, no deja de ser una versión idealizada del personaje que ilustra los pasajes más representativos de su vida ensalzando la virtud y santidad de Juan en contraposición a la envidia e intereses de las personas con las que le tocó vivir.
Entretenida si te interesa este tipo de cine, disfrutarás descubriendo muchas caras -algunas casi olvidadas- de una pléyade de buenos actores españoles que entran y salen a capricho de escena y cuyo fin último es resaltar la santidad del fundador de los Hermanos las Escuelas Cristianas.
Biografía del religioso francés del siglo XVII Juan Bautista de La Salle a cargo del director Luis César Amadori que ya había cosechado en 1958 un gran éxito -entre otros- con la película ¿Dónde vas, Alfonso XII?
Ambiciosa en su concepción, resulta cuidada en sus aspectos técnicos y debió contar con un elevado presupuesto como demuestra el rodaje en exteriores, el vestuario, y la contratación de una estrella extranjera -Mel Ferrer- como protagonista.
Por lo demás, la película, acorde con los gustos de la época, no deja de ser una versión idealizada del personaje que ilustra los pasajes más representativos de su vida ensalzando la virtud y santidad de Juan en contraposición a la envidia e intereses de las personas con las que le tocó vivir.
Entretenida si te interesa este tipo de cine, disfrutarás descubriendo muchas caras -algunas casi olvidadas- de una pléyade de buenos actores españoles que entran y salen a capricho de escena y cuyo fin último es resaltar la santidad del fundador de los Hermanos las Escuelas Cristianas.
BLOOD AND SAND (1922)
RITUAL DE SANGRE Y MUERTE
" El cinematógrafo llena el mundo, pero todavía no ha llegado nadie a ser un novelista universal cinematográfico. El puesto está vacío. Voy a ver si el que lo ocupa por derecho de conquista es un español.
Blasco Ibáñez
Hollywood siempre se sintió atraído por las novelas de Blasco Ibáñez y éste a su vez correspondía con una marcada vocación cinematográfica (véase la adaptación de Sangre y Arena de 1917 realizada por él mismo) que se vio abortada muy tempranamente debido quizás a su peculiar -y equivocada- visión globalizadora del medio.
Su intento de dirigir, producir y escribir sus propias películas chocaba de lleno con una industria que precisamente se estaba elevando a la categoría de arte debido a la división de funciones tanto técnicas como artísticas.
Blood and Sand contiene todos los ingredientes para resultar atractiva al público de aquellos años: un argumento de gran contenido melodramático de dualidades morales muy marcadas y un exotismo intrínseco que impresiona al público.
Vistosos mantones y peinetas, el ritual de lucha en la plaza, y la muerte del torero por una bestia casi mitológica envuelto entre "sangre y arena" son aspectos que no podían escapar a la visión comercial de la meca del cine.
" El cinematógrafo llena el mundo, pero todavía no ha llegado nadie a ser un novelista universal cinematográfico. El puesto está vacío. Voy a ver si el que lo ocupa por derecho de conquista es un español.
Blasco Ibáñez
Hollywood siempre se sintió atraído por las novelas de Blasco Ibáñez y éste a su vez correspondía con una marcada vocación cinematográfica (véase la adaptación de Sangre y Arena de 1917 realizada por él mismo) que se vio abortada muy tempranamente debido quizás a su peculiar -y equivocada- visión globalizadora del medio.
Su intento de dirigir, producir y escribir sus propias películas chocaba de lleno con una industria que precisamente se estaba elevando a la categoría de arte debido a la división de funciones tanto técnicas como artísticas.
Blood and Sand contiene todos los ingredientes para resultar atractiva al público de aquellos años: un argumento de gran contenido melodramático de dualidades morales muy marcadas y un exotismo intrínseco que impresiona al público.
Vistosos mantones y peinetas, el ritual de lucha en la plaza, y la muerte del torero por una bestia casi mitológica envuelto entre "sangre y arena" son aspectos que no podían escapar a la visión comercial de la meca del cine.
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