viernes, 8 de julio de 2011

EL VAMPIRO DE DÜSSELDORF (1931)


SED DE SANGRE

Durante los primeros meses de 1930, la histeria colectiva marca la vida de la ciudad de Düsseldorf. La policía está desesperada, los ciudadanos aterrorizados y la prensa amarilla vive momentos gloriosos, gracias al pánico que reina en la ciudad y sus alrededores, fructífero campo de acción de un psicópata asesino que a veces bebe la sangre de sus víctimas, lo que le ha hecho ganarse el apodo de El Vampiro.

Peter Kürten, el Vampiro de Düsseldorf, había comenzado a escribir uno de los más notorios capítulos de la literatura criminal de todos los tiempos.

Ya en el banquillo se adjudicará un total de 79 agresiones. Es un catálogo viviente de actuaciones heterodoxas: maniaco sexual y sádico, violador y estrangulador, degollador y bebedor de sangre, pirómano, bestialista...

Peter Lorre prestó su rosto al Vampiro
Condenado a nueve penas de muerte, escucha impasible la sentencia. Nunca mostraría el menor signo de arrepentimiento.
Camino del cadalso pregunta al psiquiatra de la prisión: "¿Cree usted que, cuando me hayan cortado la cabeza, podré oir el sonido de la sangre brotando del muñón?", para añadir: "Sería el mayor placer, como culminación de todos los placeres..."



La impresión que causó en Fritz Lang la historia de Kürten le impulsó a realizar una película, su primera obra sonora, que se estrenó incluso antes de la ejecución del vampiro, al que recrea como asesino de niños.
Los desolados paisajes de una mente desequilibrada se muestran en un angustioso y claustrofóbico clima de claroscuro y sombras, en la época, entre ambigua y torturada, que precedió a la toma del poder nazi.

El historiador Marc Ferro, en su estudio sobre las relaciones entre Historia y cine, escribió sobre el valor documental de la película: "Se trata de un film que clarifica aspectos de Alemania antes del nazismo; es un análisis de la Alemania de Weimar...Uno puede llegar a plantearse si no será que los hechos no históricos sirven de sintonía y los síntomas permiten conocer las enfermedades de la sociedad, las enfermedades del poder. Y los males del poder y de la sociedad son historia." 

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