viernes, 29 de abril de 2011

300 (2007)

ESPARTA

Acaricia el Eurotas como por mi copa.
Peristilos mudos con su sino escrito
en los abismales ojos de cariátides esclavas.
Un clamor feroz bajó del cielo
tan arrasador como mudo.
Y fui huésped inmóvil en las ruinas.
En la ciudad de los hoplitas y el honor. 

Oí músicas marmóreas en los patios,
abandonados patios de arcana Ortia,
helados cantos que el rumor de escudos hizo lejanos,
rielar tras las columnas y consumidos fuegos.

Vi la turbia sombra de la muerte
y aferrado a una estatua fui cadáver.
Vi mi cuerpo caer en el abismo
y el abismo de mi cuerpo abrirse todo.       

No te vuelvas jamás, dijo una voz.




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