jueves, 11 de julio de 2013

CABARET (1972)

ABURRIDA

Considerada como una de las mejores películas de la historia, nadie duda del éxito que tuvo en su momento  -y que todavía perdura-  su banda sonora.

Pero no hay que olvidar que, aparte de los números musicales, existe también una historia dramática y ésta se antoja aburrida, previsible y hasta, en algunos momentos, efectista e ingenua.

La pareja  -por no hablar del trío-  formada por Minelli y York no funciona, la química entre ellos es inexistente y consiguen hastiar hasta el punto de importarnos muy poco lo que hagan o dejen de hacer. Nos dejan indiferentes y vacíos de cualquier poso sentimental.

Tampoco se queda atrás la relación entre la rica judía y el, en un principio, "cazafortunas". Imagino que para compensar el descalabro que sufriría la pareja protagonista, se decidió dotar de un final feliz, al menos, a parte del elenco.
Lástima que la solución encontrada para salvar el "pequeño inconveniente" que les separaba sea tan pueril y carente de imaginación. Heredar la fortuna de un tío de América hubiera sido igual o más original.

Con respecto a la tan alabada puesta en escena del trasfondo histórico, éste se limita a una serie de manidas escenas en montaje paralelo que, si bien tratan de crear en el espectador la sensación del horror que se avecina, presentan al cabaret  -y por extensión al mundo exterior-  como un orbe disipado, ocioso y decadente, empeñado en vivir a espaldas de la realidad.

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