jueves, 18 de octubre de 2012

SANTO EL ENMASCARADO DE PLATA Y BLUE DEMON CONTRA LOS MONSTRUOS (1970)

 KENSTEIN O QUESTAIN, FRAN

Han pasado tres años desde que El Santo se enfrentó a la rocambolesca  invasión de los marcianos y, de nuevo, el Enmascarado de Plata nos deleita con otra de sus disparatadas y bizarras aventuras.

Tener que enfrentarse al hombre lobo, la momia, el cíclope, los zombis, Drácula, Frankenstein y las mujeres vampiro, a la vez, da idea de lo temible que resulta este superhéroe para cualquier mente malvada que se precie.

Pero, para nuestro regocijo, si por separado estas aberraciones de la naturaleza resultan letales, en conjunto se revelan altamente ineficaces  hasta el punto de provocar la carcajada.
 
Desde el "cicople"  -que no cíclope en la película-  cuyo único ojo varía de posición en cuestión de planos, hasta el murciélago orejudo de cartón piedra del que emerge el Conde rumano,  pasando por el denominado "Franquestain" en los títulos de crédito y los zombis que menguan la intensidad de su color verde según las existencias de pintura o quizá por el calor, el patetismo de las caracterizaciones resulta francamente divertido. 

Comentar algunas partes del  argumento también nos da una idea del delirante guión. Así pués, veremos que una vez reclutados y reanimados, el grupo de monstruos obedece a un único mandato del Dr. Halder  que les ordena: "¡Vayan!"  -¿A dónde? ¿A hacer qué?-  y, algo desorientados, se dedican a practicar lo que mejor saben: sembrar el pánico entre la población.

El hombre lobo ataca un rancho y mata a toda una familia,  el cíclope elimina a un pescador, "Franquestain" sorprende a una pareja y secuestra a una muchacha, el vampiro muerde a una bailarina, y la momia, bueno, la momia no hace nada siguiendo su política de no intervención. En realidad, la única vez que la momia ataca a Santo, éste la tira desde una azotea, pero no hay que preocuparse porque sale en la siguiente escena de todas maneras.

Mientras tanto, nuestro enmascarado, que ha decidido dormir de día y trabajar de noche porque se ha dado cuenta de que los monstruos sólo atacan de noche (aunque también lo hagan de día), decide pasar las veladas en sitios concurridos para evitar el conflicto y acude a "Maxim", una sala de fiestas. En medio de esta escena, Gloria  -la novia de Santo-   se pregunta: "¿Hasta cuándo durará esta pesadilla?". No sabemos si se refiere a los monstruos o al espectáculo de variedades que nos vemos obligados a ver.

En todo caso, la película cumple sus objetivos terroríficos: resulta una "pesadilla" de principio a fin, pero, los que hemos conocido al héroe, la consideramos digna de permanecer en nuestras videotecas.

La piedra en el cuello
Es difícil, muy difícil, sustraerse al encanto de incrustar ¡una piedra! en el cuello de "Franquestain" con objeto de seguirle a distancia y enterarnos después que se trata de un sofisticado modelo llamado "vibrador electrónico".

El mundo de Santo, ingenuo y de serie V, "franquamente" nos gusta.

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