¿ Por qué nos gustan tanto los melodramas, esas mezclas tan artificiales de realismo pobre y romanticismo alto, de realidad cotidiana y enigmas asombrosos, de momentos de mucho sufrimiento y una gran felicidad al final ?
Quizá nos acerque a la respuesta Stevenson cuando dice:
" La gran literatura popular habla no de lo que los hombres son, sino de lo que los hombres sueñan ".
No hay comentarios:
Publicar un comentario