INGENIOSO Y SENCILLO
Hace muchos años un amigo me contó una anécdota sobre unos familiares lejanos.
Había quedado con ellos en El Corte Inglés y éstos que venían de un pueblo se presentaron en el centro comercial con un botijo del que bebían sin el más mínimo reparo cada vez que la sed apretaba.
Contaba que había pasado mucha vergüenza ante las miradas de reprobación y ludibrio por parte de dependientas y público en general.
Cuando sugirió la posibilidad de guardar el botijo en una de las numerosas cestas que también portaban y comprar agua embotellada, la respuesta fue:
"El botijo es el mejor invento pa enfriar l´agua que s´ha hecho jamás de los jamases. A más a más, no gasta perras." (sic)
Y resulta que es cierto.
El botijo realmente enfría el agua que está en su interior.
Hecho de cerámica, la cual es muy porosa, el agua del interior puede evaporarse por esos agujeritos. Para pasar a estado gaseoso el agua necesita calor, y ese calor lo obtiene del líquido que queda en el interior, bajando su temperatura.
Evidentemente, los botijos de decoración si han sido pintados tapando esos poros, no "funcionarán".
Así que no equivocarse, je ;)
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