“¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?”
La película plantea una de las crisis más graves que podrían darse dentro de la Iglesia Católica.
Dos son los pilares que sustentan la historia:
-El hombre antepuesto a las creencias y sumergido en una difícil lucha interior que le incapacita para tomar una determinación.
-La impuesta reclusión de los demás implicados que rezuma causticidad por los cuatro costados.
Lástima que después de una primera hora magna y de un intenso dramatismo, la narración pierda la fuerza que podría haberla convertido en una gran película y devenga, por así decirlo, en un particular jardín de infancia donde parece que cada uno se dedique a lo que mejor sabe hacer: actuar como un niño.
Pese a lo expuesto, su final abierto invita a la reflexión.
DEJAD PASO AL AMOR
De rotundo nombre e impresionante presencia física, nadie como Rock Hudson para nublar el fulgor de cualquier otra estrella de la pantalla grande.
Contar con él para cualquier película era garantía de éxito.
Aquí le vemos junto a Doris Day en una divertida comedia de enredo en el que el amor parece ser de naturaleza incombustible.
Hudson repitió la misma fórmula una y otra vez con diferentes partenaires: hombre de éxito, algo calavera pero de gran sensibilidad que se rinde ante el "verdadero amor" a veces, incomprensiblemente.
Y miles de mujeres le dieron el sí.
Siempre he creído que adaptar para el cine o la televisión un cuento de Edgar Allan Poe resulta, cuanto menos, complicado.
Las visiones atormentadas que pueblan su intenso universo poseen una suerte de intimidad que automáticamente las eleva al estado de inherencia con el yo individual.
Y por ello sólo pueden ser admitidas e imaginadas desde la propia experiencia.
En El Trapero, Poe introduce al lector, sin prolegómenos, directamente sobre el drama, y así se nos presenta en esta más que notable producción perteneciente a las inolvidables "Historias para no dormir" de Narciso Ibáñez Serrador.
Ambiente sórdido y desasosegante que durante 74 minutos nos convertirá en testigos mudos desde una de las sillas de un miserable comedor.
IMPLACABLES
Con un planteamiento radical, cínico y sarcástico, olvidando las comedias amables de la época, la película ahonda en el problema de la tercera edad dando al personaje de Pepe Isbert el protagonismo absoluto de la historia.
A semejanza de "Umberto D" de Vittorio de Sica, el film constituye uno de los testimonios más profundos y desgarradores de la soledad a la que una sociedad que no respeta a sus mayores puede someter a un anciano. De Sica y Ferreri fueron implacables en su descalificación de la familia que ignora a quienes se encuentran cercanos a la muerte y carecen de utilidad.
Su final, duro y perturbador, consigue a la vez que nos sintamos conmovidos porque, a fin de cuentas, en ese "cochecito" viajamos todos.
EN LA GALICIA PROFUNDA
La leyenda urbana acerca del buhonero epiléctico que acabó convirtiéndose en un hombre lobo asesino fue puesta en escena por Pedro Olea y dio la oportunidad a Jose Luis López Vázquez de cambiar radicalmente de rol interpretativo alejándose así de los papeles de comedia en los que se había especializado hasta el momento.
El actor realiza un trabajo introvertido y austero, en ciertos momentos cercano a los registros insanos de la demencia, por el que demostró su valía en papeles dramáticos.
La película mantiene una desconcertante estructura de cine de terror, próxima a la crónica de costumbres y al documento realista.
Las supersticiones, los ritos religiosos y la ignorancia reinante en la Galicia profunda del siglo XIX se conjugan a la hora de investigar la mente de un asesino en potencia.
La maldición de la licantropía no podía recaer en nadie más convencido de ella.
EL BUEN CINE
Se dice, de un modo tópico que el veterano director-actor Clint Eastwood es el último de los cineastas "clásicos" de Hollywood, lo cual no es desacertado si con ello se señala la singularidad de su modo de mirar tanto ética como estéticamente.
Esta película es un ejercicio de clasicismo intachable, uno de esos films habituales de la meca del cine de hace varias décadas y que ahora llaman la atención por su rareza.
"El intercambio" esconde una compleja trama interna. La historia es extraña además de cierta y en ella hay al menos cuatro géneros cinematográficos distintos: el melodrama, el policiaco, la intriga y el cine negro sórdido.
Es este un ejercicio de cine puro y total, disfrutable sin complejos y digerible a pesar de su gravedad y dramatismo. Un alegato a la honestidad y a la lucha por la defensa de la dignidad humana.
