domingo, 17 de octubre de 2010

ODA AL GATO

Aunque huyo de los baños como mis antepasados lo hicieron de la peste, no puedo evitar dejar de sumergirme en este, el de la autocomplacencia.
Es un deseo innecesario pero, por otra parte, totalmente natural.
Mi ego felino me impele a obtener el mayor placer posible y la realidad para satisfacer esta demanda está aquí mismo en estos versos.
Ya se sabe, todo gato es gato, de bigote a cola, de presentimiento a rata viva.


Los animales nacieron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciendose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado
camina solo y sabe lo que quiere.
        .....................
Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador
sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.

               Pablo Neruda (fragmento)

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