Ambientada en la época de la revolución, narra la historia de amor entre Beatriz Peñafiel (rica e indómita muchacha de Cholula) y el general José Juan Reyes.
Rodada con pulcritud e incluso diría que con mimo, la fotografía en blanco y negro embellece y resalta más si cabe las estampas lugareñas en las que se desarrolla la acción.
De ritmo vivo y vitalidad desbordante unas veces, y tremendamente melancólica otras, la cinta no decae en ningún momento regalándonos escenas memorables que permanecen en el recuerdo y que la hacen merecedora del reconocimiento que en su momento obtuvo.
María Félix y Pedro Armendáriz personifican la altivez, el orgullo, la decepción y el perdón hasta que entre la amalgama de sentimientos se abre la brecha del amor.
Y entonces, lo mejor es marchar sin volver la vista atrás.
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