lunes, 8 de diciembre de 2014

TITUS (1999)

TANGIBLE CLARIDAD

Cruel y extremadamente violenta son dos de los calificativos que lleva en su carta de presentación una película que se nos antoja curiosa.

Curiosa por su mezcla de estéticas, por sus momentos de grandeza  -comienzo-, por algunas imágenes de gran intensidad dramática  -lo que ha sido de la hija de Titus-  y también, por qué no, por sus picos de vulgaridad que la enfangan deviniendo en execrable pero que a su vez la elevan a la intemporalidad.

Una historia de venganzas que abandona el texto y se instala en la pantalla para recordarnos la tangible claridad de la oscuridad del alma humana.

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