Leo que un grupo de once españoles de entre 78.000 candidatos han sido preseleccionados para la primera expedición que viajará a Marte en 2023.
¿Podrá llevarse a cabo?
Los implicados en tan mediática empresa aseguran que es factible, y su idea de crear un reality tipo Gran Hermano pero sin fecha de caducidad -aquí hablamos de supervivencia pura- despierta pasiones entre las cadenas de TV y, sin duda, lo hará entre la audiencia.
Pero lo único cierto es que, como "no hay que preocuparse" por la vuelta de los astronautas la expedición será, técnicamente hablando, bastante más sencilla en sus planteamientos.
martes, 14 de mayo de 2013
martes, 7 de mayo de 2013
LA CENICIENTA (1950)
MÁS ALLÁ DE IMÁGENES Y PALABRAS
Desde un punto de vista superficial, Cenicienta es, aparentemente, tan simple como la historia de Caperucita, con la cual comparte una enorme popularidad.
Cenicienta trata de los sufrimientos que origina la rivalidad fraterna, de la realización de los deseos, del triunfo del humilde, del reconocimiento del mérito aun cuando se halle oculto bajo unos harapos, de la virtud recompensada y del castigo del malvado; es, pues, una historia íntegra.
El cuento atrae tanto a los niños como a las niñas porque, sea cual fuere nuestra posición en el seno de la familia ¿quién no se ha sentido acosado, en alguna época de su vida, por sus hermanos? Incluso el hijo único cree que los demás niños gozan de mayores ventajas, hecho que le hace experimentar intensos celos.
Ninguna otra historia de hadas expresa tan bien las experiencias internas del niño, cuando se siente desesperadamente excluido por sus hermanos y hermanas.
Cenicienta es menospreciada y degradada por sus hermanastras, su madre (madrastra) la obliga a sacrificar sus propios intereses en beneficio de los de aquéllas; tiene que realizar los trabajos más sucios de la casa y, aunque los lleve a cabo con toda minuciosidad, no recibe gratificación alguna, al contrario, se le exige cada vez más y más.
Al plasmar en imágenes o palabras fantásticas lo que el niño experimenta en su interior, la historia consigue una cualidad emocional de "verdad" para él. Los episodios de Cenicienta le ofrecen imágenes que materializan sus abrumadoras y, a menudo, vagas e imprecisas emociones.
En lo referente a la relación del niño con ambos progenitores, Cenicienta deja bien sentado que la heroína nunca hubiera llegado a ser la esposa del príncipe si primero no se la hubiera humillado. El relato preconiza que, para conseguir una identidad personal completa y la autorrealización a nivel superior se necesitan dos tipos de progenitores: los padres buenos de los primeros años y, más tarde, los "padrastros" que parecen imponer exigencias "crueles" e "inhumanas".
Estos personajes antagónicos son los que dan pie a la historia. Si la madre buena no se convirtiera durante algún tiempo en la perversa madrastra, no nos veríamos obligados a desarrollar una personalidad separada, ni a descubrir la diferencia entre el bien y el mal ni a actuar con iniciativa y autodeterminación. De ello son testimonio las hermanastras, para las que la madrastra sigue siendo la madre buena a lo largo de toda la historia, y no consiguen evolucionar en ningún sentido, son tan solo un caparazón sin contenido.
Trazar el camino hacia el desarrollo de la personalidad y guiarnos para alcanzar una identidad positiva por nosotros mismos, ha sido desde siempre la verdadera sabiduría de nuestros por siempre recordados cuentos de hadas.
Desde un punto de vista superficial, Cenicienta es, aparentemente, tan simple como la historia de Caperucita, con la cual comparte una enorme popularidad.
Cenicienta trata de los sufrimientos que origina la rivalidad fraterna, de la realización de los deseos, del triunfo del humilde, del reconocimiento del mérito aun cuando se halle oculto bajo unos harapos, de la virtud recompensada y del castigo del malvado; es, pues, una historia íntegra.
El cuento atrae tanto a los niños como a las niñas porque, sea cual fuere nuestra posición en el seno de la familia ¿quién no se ha sentido acosado, en alguna época de su vida, por sus hermanos? Incluso el hijo único cree que los demás niños gozan de mayores ventajas, hecho que le hace experimentar intensos celos.
Ninguna otra historia de hadas expresa tan bien las experiencias internas del niño, cuando se siente desesperadamente excluido por sus hermanos y hermanas.
Cenicienta es menospreciada y degradada por sus hermanastras, su madre (madrastra) la obliga a sacrificar sus propios intereses en beneficio de los de aquéllas; tiene que realizar los trabajos más sucios de la casa y, aunque los lleve a cabo con toda minuciosidad, no recibe gratificación alguna, al contrario, se le exige cada vez más y más.
Al plasmar en imágenes o palabras fantásticas lo que el niño experimenta en su interior, la historia consigue una cualidad emocional de "verdad" para él. Los episodios de Cenicienta le ofrecen imágenes que materializan sus abrumadoras y, a menudo, vagas e imprecisas emociones.
En lo referente a la relación del niño con ambos progenitores, Cenicienta deja bien sentado que la heroína nunca hubiera llegado a ser la esposa del príncipe si primero no se la hubiera humillado. El relato preconiza que, para conseguir una identidad personal completa y la autorrealización a nivel superior se necesitan dos tipos de progenitores: los padres buenos de los primeros años y, más tarde, los "padrastros" que parecen imponer exigencias "crueles" e "inhumanas".
Estos personajes antagónicos son los que dan pie a la historia. Si la madre buena no se convirtiera durante algún tiempo en la perversa madrastra, no nos veríamos obligados a desarrollar una personalidad separada, ni a descubrir la diferencia entre el bien y el mal ni a actuar con iniciativa y autodeterminación. De ello son testimonio las hermanastras, para las que la madrastra sigue siendo la madre buena a lo largo de toda la historia, y no consiguen evolucionar en ningún sentido, son tan solo un caparazón sin contenido.
Trazar el camino hacia el desarrollo de la personalidad y guiarnos para alcanzar una identidad positiva por nosotros mismos, ha sido desde siempre la verdadera sabiduría de nuestros por siempre recordados cuentos de hadas.
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