Ya sea en el campo, en la ciudad o en el espacio, las historias con humorística moraleja siempre consiguen arrancarnos una última sonrisa.La que nos produce el burlador burlado.
La de la satisfacción.
La Ley del Talión ejerce todavía un poderoso influjo y continúa enraizada en lo más remoto de nuestras conciencias.
Complicada en su inherencia resulta difícil sustraerse a ella.
A veces, es interesante corroborarlo.
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